Vida de marilyn manson pdf




















Frog de alguna forma consigui mi nmero el da siguiente, llam para disculparse y me pregunt si quera hacer ejercicio con l alguna vez. Decline su oferta. La idea de sudar levantando pesas con un tipo que acababa de patearme el trasero y la probabilidad de tener que tomar una ducha con l despus no pareca muy atractiva esa tarde. La siguiente vez que termin en la sala de emergencias fue por culpa de Jennifer.

Cuando regres a la escuela despus de dos semanas en el hospital, vagu por los salones solo y humillado. Nadie quera hacer amistad con un chico excntrico de pelo largo con un cuello cubierto de erupciones asomndose por su playera. Para empeorarlo todo estaban mis lbulos, que colgaban sospechosamente por debajo de mi cabello como dos testculos mal colocados. Pero una maana mientras sala de mi primera clase, John Crowell me detuvo.

Result que tenamos algo en comn: nuestro odio por Jennifer. As que formamos una alianza contra ella, y empezamos a idear formas de atormentarla. Una noche recog a John y a mi primo Chad en mi Ford Galaxie azul cielo y conduje a una tienda de tiempo completo, donde robamos veinte rollos de papel sanitario.

Los lanzamos al asiento trasero del auto y nos dirigimos a la casa de Jennifer. Arrastrndonos en su patio trasero, comenzamos a cubrir su casa de papel sanitario, colgndolo de cualquier lugar que nos vena a la mente. Camin hasta su ventana para escribir alguna obscenidad sobre ella. Pero, mientras trataba de pensar en algo convenientemente obsceno, alguien encendi la luz.

Sal corriendo, alcanzando un roble justo cuando Chad estaba saltando de una rama. Cay directamente sobre m, y ca al piso.

Chad y John tuvieron que arrastrarme con un hombro dislocado, una barbilla sangrante y una lesin en la mandbula que, segn me dijeron ms tarde en la sala de emergencias, era an peor que la anterior. De regreso en la escuela, tena muchas razones apremiantes para querer tener sexo: para vengarme de Jennifer; para estar en iguales condiciones con John, quien supuestamente haba cogido a Jennifer entre muchas otras; y para que todos dejaran de burlarse de m por ser virgen an.

Incluso me un a la banda de la escuela para conocer chicas. Comenc tocando instrumentos masculinos como bajo y timbales. Pero termin tocando el ltimo instrumento que cualquiera que se sienta inseguro sobre si mismo debera estar tocando: el tringulo.

Finalmente, hacia el final del dcimo grado, a John se le ocurri un plan a prueba de tontos para que yo pudiera tener sexo: Tina Potts. Tina pareca an mas un pez que Jennifer, tena labios ms grandes y tena los dientes de arriba ms salidos que los de abajo. Una de las chicas ms pobres de la escuela, tena una postura arqueada que adverta su inseguridad y tristeza interna, como si alguien hubiera abusado de ella de nia.

Lo nico que tena a su favor era senos grandes, pantalones ajustados que presuman su trasero bovino y que, segn John, ella coga lo cual era suficientemente bueno para m. As que empec a hablarle a Tina. Pero, como estaba perdidamente obsesionado por mi reputacin, slo hablaba con ella despus de clases cuando no haba nadie ms. Despus de unas cuantas semanas, logr juntar el valor suficiente para pedirle que nos encontrramos en el parque. Previamente, Chad y yo fuimos a la casa de mis abuelos, robamos uno de los decrpitos condones genricos del gabinete del stano, y vaciamos media botella de Jim Beam de la alacena de mi abuela en mi termo de Kiss.

Saba que no era Tina a quien tena que embriagar sino a m. Para cuando llegamos a casa de Tina, la cual estaba a casi media hora de distancia, el termo ya estaba vaco y yo casi me caa de borracho. Chad se fue a casa y yo toque el timbre de su puerta. En un instante empezamos a acariciarnos, y en cuestin de minutos ya tena la mano debajo de su pantaln.

La primera cosa que pas por mi mente fue lo velluda que estaba. Tal vez no tena una madre que le ensaara a rasurase la lnea del bikini. Lo siguiente que pas por mi mente mientras la masturbaba y apretaba sus senos era que estaba a punto de eyacular en mis pantalones porque estaba tan cerca de tener sexo. Para evitarlo, suger que diramos un paseo. Caminamos colina abajo hasta un campo de base ball y, debajo de un rbol, justo detrs del plato de home, la llev al piso, sin darme cuenta siquiera de la trascendencia del lugar en que estbamos.

Luch con sus pantalones ajustados, eventualmente arrancndolos de su trasero, despus me baj los pantalones hasta las rodillas y abr el descolorido paquete del viejo ltex del abuelo como si fuera el premio de una caja de cereal.

Colocndome entre sus piernas, empec a deslizarme dentro de ella. Tan slo la emocin de la penetracin fue suficiente para producirme un orgasmo, y an antes de que estuviera completamente dentro, ya haba terminado. Para preservar lo poco que quedaba de mi dignidad, pretend que no haba eyaculado antes de tiempo. Tina, chill. Quiz no deberamos estar haciendo esto Es demasiado pronto. Ella no protest. Tan slo se levant y se puso los pantalones sin decir una palabra.

Durante todo el camino a casa, yo segua oliendo mi mano, la cual pareca permanentemente manchada con el olor de la vagina de una chica de preparatoria. En su mente, ni siquiera habamos tenido sexo. Pero para m y mis amigos, ya no era un chico desesperado. Era un hombre desesperado. No habl mucho con Tina despus de eso. Pero pronto tuve que probar mi propia medicina cortesa de la chica ms adinerada y popular de la escuela, Mary Beth Kroger.

Despus de observarla lascivamente por tres aos, invoqu todo mi valor y la invit a salir a una fiesta cuando estbamos en ltimo ao. Para mi sorpresa, ella acept. Terminamos en mi casa bebiendo cerveza, conmigo sentado incmodamente junto a ella y demasiado asustado para hacer algn movimiento porque ella me pareca toda una dama.

Pero mi ideal de Mary Beth Kroger se desintegr rpidamente cuando ella se quito toda la ropa, brinc encima de m y, sin molestarse siquiera en usar un condn, me cogi como un animal salvaje montado sobre un aparato de ejercicios a toda velocidad.

Al siguiente da en la escuela, Mary Beth se puso de nuevo su mscara de perfeccin y procedi a ignorarme como siempre lo haba hecho.

Todo lo que gan fueron unos profundas marcas de uas sobre toda mi espalda, las cuales mostr orgullosamente a mis amigos, quienes, en honor de Freddy Krueger, la rebautizaron como Mary Beth Krueger. Para entonces, mi primera cogida, Tina, tena siete meses de embarazo. El padre irnicamente, era la persona que me haba arreglado la cita con ella: John Crowell. Ya no vi mucho a John despus de eso, porque l estaba ocupado lidiando con las consecuencias de no usar condn.

A veces me pregunto si se casaron, se establecieron y criaron nias drogadictas de senos grandes juntos. No en un desenfreno de tener sexo, sino de intentar tener sexo. Aunque yo no lo saba en ese momento, ella era la Tina Potts de Louisville: la puta local. Ella tena labios gruesos, nariz chata y grandes y ardientes ojos, como si fuera mitad mulata. Tambin tena cierto parecido con Shirley Temple, porque era bajita y de pelo rizado, pero pareca interesarle ms el sexo que el baile.

Ella fue la primera chica en darme sexo oral. Pero desafortunadamente eso no fue lo nico que me dio. Casi todos los das pasaba a recogerla y la traa a mi habitacin cuando mis padres an estaban en el trabajo. Escuchbamos Moving Pictures de Rush o Scary Monsters de David Bowie y, ahora que tena ms experiencia en controlar el orgasmo, tenamos sexo normal adolescente. Me hizo tantos chupetones que en cierto momento mi cuello estaba demasiado adolorido hasta para moverlo.

Pero no me importaba, porque poda mostrarlos como medallas de honor en la escuela. Tambin me daba sexo oral, lo cual me daba ms derecho a fanfarronear.

Un da me trajo una corbata de moo color azul brilloso que se vea como algo que usara un bailarn de Chippendale. Despus de una semana de tener sexo, Louise dej de regresar mis llamadas.

Me preocupaba que la hubiera embarazado, por que no haba usado condn todas las veces. O tal vez Louise iba a hacerme pagar los gastos de su hijo por el resto de mi vida. Tambin estaba la posibilidad se que se hubiera practicado un aborto, que algo hubiera salido mal, que hubiera muerto, y ahora sus padres intentaran asesinarme.

Despus de no haber odo de ella en varias semanas, decid llamarla una vez ms, disfrazando mi voz con un trapo sobre el telfono en caso de que sus padres contestaran.

Afortunadamente, ella contest. Siento no haberte llamado en tanto tiempo, se disculpo. Estaba enferma. Enferma de qu? No tienes fiebre, verdad? Vomitas en la maana o algo por el estilo? Result que simplemente me estaba evitando porque era una cualquiera y el tener un novio arruinara su reputacin. Esas no fueron exactamente sus palabras, pero eso fue bsicamente lo que quiso decir. Unos das despus durante la clase de matemticas, comenc a tener comezn en los testculos.

Continu todo el da, extendindose por todo mi vello pbico. Cuando regres a casa fui directamente al bao, me baj los pantalones y me sub al lavabo para poder examinarme. Al instante not tres o cuatro costras negras directamente sobre mi pene. Arranque una, y mientras la estaba observando, le escurri un poco de sangre. Todava crea que era un pedazo de piel muerta, pero cuando la acerqu mas a la luz, not que tena piernas y se estaban moviendo.

Grit de impresin y de asco. Despus la aplast en el lavabo, pero no se destrip como pes que pasara. Cruji como un pequeo crustceo. Sin saber que hacer, llam a mi madre y le pregunt que era. Oh, tienes piojos, suspir con naturalidad. Probablemente las pescaste de la cama bronceadora.

Aunque sea vergonzoso admitirlo, en ese entonces tomaba bronceados artificiales. Tena una piel terrible mi cara estaba literalmente hinchada por el acn- y el dermatlogo me dijo que haba un nuevo tipo de cama bronceadora que secara mi piel y ayudara a mi vida social. Mi madre claramente negaba que su joven hijo haba estado cogiendo chicas y contagindose de parsitos.

Incluso mi padre, quien siempre haba prometido que el da que perdiera mi virginidad celebraramos con una botella de champaa que se haba robado cuando trabajaba en Kmart, no quera admitirlo. Esto era principalmente porque desde que descubr los senos en secundaria, l haba querido llevarme con una prostituta para que perdiera mi virginidad. As que slo segu el juego con la historia de la cama bronceadora. En ese entonces el rasurarme el vello corporal an era inusual para mi.

Hasta donde yo s, nunca he tenido otra enfermedad venrea desde entonces. Y, que yo sepa, mis padres an creen que soy virgen. Habamos estado ah al menos una hora, perdiendo el tiempo y observando la tierra frtil a nuestro a nuestro alrededor, el cielo lastimado e hinchado por la amenaza de lluvia, y de vez en cuando un automvil pasando en su camino hacia la civilizacin. Habamos cado en un aturdimiento autosatisfactorio cuando de repente hubo una explosin de grava. Envuelto en un a nube de humo, un auto GTO verde vir precipitadamente en la carretera y fren con un rechinar de llantas.

La puerta se abri lentamente y una bota negra golpe el suelo. Una gran cabeza apareci sobre la puerta, con un crneo enorme estrechando la piel. Tena el cabello rizado y despeinado.

Sus ojos profundamente sumidos dentro de la cabeza brillaban como la punta de dos alfileres en el centro de dos crculos negros. Mientras caminaba, not que, como Richard Ramrez, el merodeador nocturno, sus manos, pies y torso eran mas grandes y largos de lo normal. Vesta una chamarra de mezclilla adornada en la parte trasera con el smbolo universal de rebelin: una hoja de marihuana. Con la mano derecha, sac una pistola de la cintura de su pantaln.

Levant su brazo salvajemente y dispar una y otra vez, cada disparo impulsaba cada vez mas su brazo en nuestra direccin. Una vez que la pistola estuvo vaca, camin hacia nosotros. Mientras yo an estaba sorprendido, el me derrib de un empujn, hizo a John a un lado y tom la botella de Mad Dog, vacindola en segundos y lanzndola al suelo. Limpindose la boca con la manga, murmur algo que son como la letra de Suicide Solution de Ozzy Osbourne y entr a la casa. Ese es mi hermano, amigo, dijo John, con el rostro, que pocos momentos antes haba estado plido de miedo, ahora brillando de orgullo.

Subimos las escaleras detrs de su hermano y observamos azotar la puerta de su habitacin y cerrarla con llave. A John no se le permita poner un pie en la habitacin de su hermano. Pero l saba lo que suceda ah dentro: magia negra, heavy metal, automutilacin y notorio consumo de drogas. Al igual que el stano de mi abuelo, ese cuarto representaba mis miedos y mis deseos. Y aunque estaba asustado, lo que ms quera era ver lo que haba ah dentro. Con la esperanza de que su hermano saliera de la casa mas tarde, John y yo caminamos hasta su granero.

O al menos el esqueleto de madera de lo que alguna vez haba sido un granero- donde guardbamos una botella de Southern Comfort. Quieres ver algo realmente cool? Seguro, asent. Yo siempre estaba listo para algo cool, especialmente si John deca que era cool. Pero debes prometer no decir una palabra a nadie Lo prometo.

Quiero que lo jures sobre tu madre Quiero que jures que si alguna vez lo cuentas, que tu pene se encoja y se pudra y se caiga. Juro que si le cuento a alguien mi pene se marchitar y morir, dije solemnemente, sabiendo bien que lo necesitara en los aos por venir. Los ganadores se llevan todo, dijo con una sonrisa, golpendome dolorosamente en el hombro. Sgueme, ganador. Me condujo a la parte trasera del granero, y subimos por una escalera hasta el piso superior.

La paja estaba manchada de sangre seca. Diseminados por todo el piso haba cadveres de pjaros; serpientes y lagartijas partidas por la mitad, y conejos parcialmente descompuestos con gusanos y escarabajos comiendo la carne que an les quedaba pegada a los huesos. Era como algo salido de una mala pelcula de terror, en la cual un adolescente aficionado a las artes negras haba ido demasiado lejos. Incluso haba fotos cubiertas de sangre de varios maestros y ex novias clavadas a las paredes con obscenidades escritas con gruesos y descuidados trazos.

Como si estuviera interpretando el papel principal en una pelcula, John volte haca m y dijo, Quieres ver algo an ms tenebroso?. Yo estaba hecho pedazos. Tal vez ya haba visto suficiente por un da. Pero tambin tena curiosidad, y asent con la cabeza. John levant del piso una sucia y maltratada copia del Necronomicn, un libro de hechizos que segn l contena encantamiento de magia negra de la Edad Oscura.

Caminamos de nuevo hacia la casa y John llen una mochila con linternas elctricas, navajas de explorador, comida chatarra y algunos amuletos que dijo tenan poderes mgicos. Nuestro destino, dijo John, era el lugar donde su hermano haba vendido su alma al Diablo.

Para llegar ah, tenamos que atravesar un tubo de desage que comenzaba cerca de la casa de John y corra por debajo de un cementerio.

Caminamos en cuclillas sobre el agua fangosa e infestada de ratas, sin ninguna entrada o salida a la vista, concientes del hecho de que en el lodo de todas las paredes de la tubera haba cadveres.

No creo haber tenido ms miedo de lo sobrenatural en mi vida. Durante esa odisea de media milla, cada pequeo ruido produca un gran y siniestro eco, y yo segua imaginando que escuchaba esqueletos golpeando en los tubos y criaturas vueltas a la vida atravesando el metal, listas para agarrarme y enterrarme vivo.

Cuando finalmente llegamos al otro lado, estbamos cubiertos de la cabeza a los pies con una delgada pelcula de fango, telaraas y lodo. Estbamos en medio de un oscuro bosque. Despus de caminar media milla por entre la maleza, una gran casa apareci ante nosotros. La hierba haba crecido sobre ella, como si el bosque tratara de reclamar ese espacio, y cada rea de concreto descubierta estaba cubierta con pentagramas, cruces de cabeza, logos de bandas de heavy metal y palabras y frases como cocksucker y fuck your mother.

Quitamos las ramas y hojas muertas que cubran una ventana, entramos y examinamos la habitacin con los rayos de nuestras lmparas de mano. Haba ratas, telaraas, vidrios rotos y viejas latas de cerveza. Los restos de fuego en una de las esquinas nos hicieron saber que alguien haba estado ah recientemente.

Di la vuelta, y John ya no estaba. Lo llam a gritos nerviosamente. Aqu arriba, grit desde la parte superior de las escaleras. Ven a ver esto. Aunque estaba comenzado a sentir pnico, lo segu por las escaleras y a travs de una destartalada puerta. La habitacin pareca. Sobre el suelo haba un colchn putrefacto, el cual estaba cubierto de agujas hipodrmicas, una cuchara doblada y algunos otros instrumentos.

Tirados alrededor del colchn, como pieles curtidas de serpientes, haba media docena de condones usados junto con paginas de revistas pornogrficas gay a punto de desintegrarse que haban sido aplastadas contra el piso. Nos dirigimos al cuarto de junto, el cual estaba completamente vaci excepto por un pentagrama dibujado en la pared sur y rodeado de runas indescifrables.

John sac su copia del Necronomicn. Qu diablos ests haciendo? Abriendo las puertas del infierno para invocar a los espritus que una vez vivieron en esta casa, dijo con la voz ms seria que pudo usar.

Traz un circulo en el polvo del piso con su dedo. Cuando lo complet, un sonido agudo vino del piso inferior. Nos quedamos completamente quietos, casi sin respirar, y escuchamos la oscuridad. Nada, excepto por el sonido de mi pulso golpeando en mi cuello incesantemente. John se coloc en el centro del crculo, y busc en el libro hasta encontrar el encantamiento apropiado. Un golpe metlico, mucho mas fuerte que el sonido anterior, son desde el piso inferior.

Si algo de lo que habamos hecho tena algn tipo de poderes, no estbamos listos para ellos. El alcohol en nuestra sangre se convirti en adrenalina y corrimos escaleras abajo, a travs de la ventana y dentro del bosque hasta que quedamos sin aliento, sudorosos y con la boca seca. El crepsculo haba cado y algunas gotas de lluvia aterrizaron a nuestro alrededor. Evitamos la tubera, caminando de regreso a casa a travs del bosque tan rpido como pudimos en completo silencio.

Para cuando regresamos a la casa de John, su hermano estaba completamente drogado, vagando por la casa aturdido y con los ojos rojos. Las drogas haban apaciguado su lado agresivo, casi como si estuviera sedado, lo cual no era menos escalofriante que cuando era un maniaco. Una gata blanca como la nieve descansaba en sus brazos, y l estaba acaricindola. Esa gata es su guardin, me dijo John al odo. Su guardin? Si, es como un demonio que tom forma de animal para ayudar a mi hermano con su magia.

Esa gata pura y de apariencia inocente se transform al instante en una criatura malvola y peligrosa en mi mente. El hermano de John la puso en el suelo, y tan slo se qued ah sentada con las orejas echadas hacia atrs, mirndome fijamente con sus brillantes ojos verdes.

De repente, me mostr sus dientes y empez a sisearme. Amigo, esa gata va a matarte, dijo John en un exitoso intento por asustarme an ms. Cuando te vayas a dormir, va a sacarte los ojos y a arrancarte la lengua cuando trates de gritar Su hermano nos mir a ambos, luego a la gata, y dijo calmadamente, vengan, vamos arriba.

Y eso fue todo: no tuvimos que escabullirnos sin que se diera cuenta ni jugar al detective. Podamos entrar al cuarto prohibido: tal vez el hechizo de John para abrir las puertas del infierno haba funcionado. Aunque era nuevo y emocionante para m, la habitacin era exactamente lo que esperaras de un vago rural con una fascinacin por Satans. Haba una luz negra brillando sobre un pster de la muerte montando a caballo. Media docena de fotos de Ozzy Osbourne y velas rojas por todas partes. En la parte posterior de la habitacin haba un pequeo altar tapizado de terciopelo y rodeado de velas encendidas.

Pero sobre este, en vez de un crneo o un pentagrama o un conejo sacrificado, haba un vaso de vidrio. La pistola descansaba amenazadoramente sobre una mesa cerca de la cama. Quieres fumar? Pregunt el hermano de John, levantando el cilindro del altar. Fumar qu? Pregunt estpidamente. La hierba loca, me dijo John sonriendo maliciosamente.

Estoy bien, amigo. Yo ya no fumo eso, ment torpemente. Desafortunadamente, no tena eleccin. Pronto me pareci que John y su hermano iban a golpearme si no fumaba sus drogas. El hermano de John encendi el bong, que ya estaba llena de hojas cafs hechas polvo, y aspir profundamente, llenando el cuarto de un humo dulzn cuando exhal. Yo tos y me sofoque con mis primeras bocanadas, pero pronto lo sent.

El hecho de que a nadie de la escuela le agradaba empez a desaparecer de mi mente. Me sent ah mareado, perdiendo la conciencia y volviendo en m una y otra vez, mientras el hermano de John comenz a hablar. Su cara estaba roja y contorsionada, y estaba nombrando docenas de espritus antiguos y demonios que planeaba conjurar para ordenarles que mataran gente: maestros que lo haban reprobado, novias que lo haban botado, amigos que lo haban traicionado, parientes que lo haban tratado mal, jefes que lo haban despedido bsicamente cualquiera que se hubiera cruzado en su camino desde que tena la edad suficiente para sentir odio.

Sacando una navaja de su bolsillo, el hermano de John hizo una larga cortada sobre la superficie de su dedo pulgar y lo dej gotear dentro de un plato pequeo lleno de un polvo blanco con manchas cafs. Bad Angarru!

Yo te invoco, serpiente de las profundidades! Yo te invoco, Ninnghizhida, serpiente cornuda de las profundidades! Yo te invoco, serpiente emplumada de las profundidades!

Hizo una pausa y dio otra fumada, despus frot sus labios con el polvo lleno de sangre, vagamente conciente de nuestra presencia. Yo te invoco, Criatura de Oscuridad, por las palabras de la oscuridad! Yo te invoco, Criatura de odio, por las palabras del odio! Yo te invoco, Criatura de Desperdicios, por los ritos del desperdicio! Yo te invoco, Criatura de Dolor, por las palabras del dolor!

Si as es como actuaba la marihuana, yo no quera consumirla. Yo slo segua observando el arma, esperando que el hermano de John no la tomara. Al mismo tiempo, intentaba no hacerle notar que la estaba observando porque no quera atraer su atencin hacia ella.

Minutos u horas transcurrieron. El bong segua pasando, pero el agua dentro de l haba sido remplazada con Southern Comfort en un intento de intensificar su efecto. La cancin Paranoid de Black Sabbath sonaba en el stereo o en mi cabeza, la gata segua sisendome, el cuarto estaba dando vueltas, el hermano de John me retaba para que bebiera el Southern Comfort del bong y John cantaba bebe!

Estpido gusano que yo era, me llev el bong a los labios resecos, contuve el aliento y beb lo que pudo haber sido el peor trago jams preparado. Slo puedo asumir que me desmay y me convert en tan slo otro lienzo para las sutiles crueldades de los hermanos Crowell. La gata an me acechaba.

Toqu mis ojos: an estaban ah. Entonces vomit. Despus vomit de nuevo. Y de nuevo. Pero mientras estaba de rodillas sobre la taza del bao, me di cuenta de que de que haba aprendido algo de la noche anterior: que poda usar la magia negra para cambiar el pobre destino que la vida me haba dado para obtener una posicin de poder que otra gente envidiara y para lograr cosas que otra gente no podra.

Tambin aprend que no me gustaba fumar marihuana ni el sabor del agua de bong. El nico problema es que mi nombre estaba escrito Brain cerebro en todo el libro, lo cual provocaba una perturbadora imagen de una jirafa con un cerebro colgando de su lomo. No creo que mi padre se halla dado cuenta nunca del error y supuestamente l haba escogido mi nombre. Eso era emblemtico de la forma en que siempre me haba tratado, la cual es que nunca me haba tratado para nada. A l no le importaba y nunca estuvo ah.

Si quera su atencin, generalmente me la daba con un cinturn doblado para hacer ruido al tocar mi trasero. Cuando llegaba a casa del trabajo y yo estaba jugando Colecovision o dibujando, l siempre encontraba una excusa, como podar el csped o llenar la lavadora de trastes, para echrmelo a perder.

Pronto aprend a fingir estar ocupado y ser responsable cuando el apareca, an cuando no haba nada que hacer.

Mi madre siempre haba disculpado sus explosiones violentas como parte del desorden nervioso postraumtico de la guerra de Vietnam que tambin lo haca despertar a mitad de la noche gritando y rompiendo cosas.

De adolescente, siempre que yo traa amigos a la casa, l les preguntaba, Alguna vez han chupado un pene ms dulce que el mo? Era una pregunta capciosa porque, aunque dijeran si o no, de todas formas terminaban con su pene en la boca, al menos en el sentido cmico de la pregunta. Ocasionalmente, mi padre prometa llevarme a pasear, pero siempre surga algo mas importante en el trabajo. Slo en pocas ocasiones memorables hicimos algo juntos.

Usualmente me llevaba en su motocicleta a una mina de carbn cerca de nuestra casa, donde, usando un rifle que haba tomado del cadver de un soldado vietnamita, me enseaba como disparar. Hered la buena puntera de mi padre, la cual me sirvi bien tanto para disparar pistolas de aire contra los animales como para lanzar rocas a los policas.

Tambin hered un mal temperamento que explota a la menor provocacin, una ambicin testaruda que slo puede ser detenida con balas, un extrao sentido del humor, un insaciable apetito de senos y un ritmo cardiaco irregular, el cual slo ha empeorado por ingerir demasiadas drogas.

Aunque tena mucho en comn con mi padre, nunca quise admitirlo. La mayor parte de mi infancia y adolescencia la pas con temor hacia l. As que fui un nio de mam, consentido por ella y desagradecido.

Para asegurarse de que me mantuviera mas cerca de ella de lo que ya estaba, mi madre trataba de convencerme de que estaba mas enfermo de lo que en realidad estaba para que pudiera mantenerme en casa y cuidar se m. Cuando me empez a salir acn, mi madre me dijo que era una reaccin alrgica a la clara de huevo, y por largo tiempo le cre.

Elle quera que fuera igual que ella, que dependiera de ella, que nunca la dejara. Cuando finalmente lo hice a los veintids aos, ella se sentaba en mi cuarto todos lo das y lloraba hasta que un da crey ver la silueta de Jess sobre la puerta. Tomando esa visin como una seal de que yo estaba siendo cuidado, dej de lamentarse y empez a cuidar como mascotas a las ratas que se supone deban ser alimento para mi serpiente.

En su propio modo sobreprotector, me remplaz con la rata ms enfermiza, la cual llam Marilyn, y no slo le dio respiracin de boca a boca a la rata, sino que ahora la tiene en una cmara de oxgeno torpemente construida de plstico transparente para envolver para prolongar su vida. Pero cuando llega la pubertad, el pndulo gira en la direccin contraria, y la aceptacin se convierte en resentimiento.

En el noveno grado, empec a sentirme ms solo y frustrado sexualmente. Sola sentarme en mi pupitre en clase con una navaja de bolsillo, haciendo cortadas por todo mi antebrazo. An tengo docenas de cicatrices debajo de mis tatuajes. En general, no me importaba salir bien en la escuela. La mayor parte de mi educacin tuvo lugar despus de clases, cuando escapaba a un mundo de fantasa inmerso en juegos de rol, leyendo libros como la biografa de Jim Morrison, No One Here Gets Out Alive, escribiendo macabros poemas e historias cortas, y escuchando discos.

Comenc a apreciar la msica como una cura universal, la entrada a un lugar donde poda ser aceptado, un lugar sin reglas y sin prejuicios. La persona que tuvo que soportar la peor parte de mi frustracin fue mi madre. Tal vez mis explosiones contra ella eran algo ms que haba heredado de mi padre. Por algn tiempo, mis padres tuvieron violentas peleas a gritos porque mi padre sospechaba que ella le era infiel con un ex polica que se haba vuelto investigador privado.

Mi padre siempre haba sido desconfiado por naturaleza y nunca pudo deshacerse de sus celos incluso por el primer novio de mi madre, Dick Reed, un tipo esculido cuyo trasero haba pateado mi padre el da que conoci a mi madre a la edad de quince aos. Una de sus peleas ms escandalosas tuvo lugar despus que mi padre revis su bolso, sac una toalla sucia y exigi una explicacin.

Nunca supe que era lo sospechoso acerca de esa toalla si era porque provena de un hotel extrao o porque haba sido usada para limpiar semen. Recuerdo que el investigador en cuestin haba venido a la casa algunas veces con trayendo metralletas y revistas Soldier of Fortune, las cuales me impresionaban porque an estaba interesado en una carrera en el espionaje. Sin embargo, el odio y la rabia son infecciosos, y pronto empec a sentir resentimiento por mi madre porque pens que ella estaba terminando con su matrimonio.

Sol sentarme en mi cama y llorar pensando en lo que pasara si mis padres se separaran. Tema tener que escoger a uno de los dos y, como tena miedo de m padre, terminar mudndome y viviendo en la pobreza con mi madre. En mi cuarto con mis posters de Kiss, mis dibujos y mis discos de rock, tambin tena una coleccin de botellas de vidrio colonia Avon que mi abuela me haba dado.

Cada una tena la forma de un auto diferente, y creo que fue el Excalibur el que envi a mi madre al hospital una noche. Haba llegado tarde a casa y no quera decirme donde haba estado. Sospechando de su infidelidad, perd la cabeza y le lanc la botella a la cara, abriendo una sangrienta herida sobre su labio y derramando perfume barato y trozos de vidrio azul sobre el piso.

En altercados siguientes, la golpe, la escup y trat de ahorcarla. Nunca se defenda. Slo lloraba, y yo nunca me sent mal por ella. Sin embargo, la ira que tena reprimida por haber sido enviado a la escuela cristiana, comenz a disiparse despus en la escuela pblica. Mi madre me dejaba quedarme en casa como si estuviera enfermo si, por ejemplo, no poda peinar mi cabello y no quera que ninguna chica me viera o si alguien quera golpearme en la escuela.

Empec a apreciarla por eso. Pero eso, tambin, slo era una fase. Mientras estaba en mi cama esa ltima noche en Canton, odi a mis padres ms de lo que los haba odiado antes. Finalmente empezaba a encajar en Canton, y ahora tendra que vivir en las afueras de Fort Lauderdale porque mi padre haba conseguido un nuevo y aburrido trabajo como vendedor de muebles.

Haba ido a los lugares mas oscuros desde casas embrujadas hasta gimnasios de escuela. Haba tenido drogas de mala calidad, peor sexo y ninguna autoestima. Estaba todo a mi alrededor, y ahora tena que empezar todo de nuevo. No estaba emocionado por la mudanza. Estaba amargado y enojado no slo con mis padres, sino con todo el mundo. Tena al hbito del nio solitario de inventar historias y mantener conversaciones con personas imaginarias, y creo que desde el principio mis ambiciones literarias estaban mezcladas con el sentimiento de estar aislado y subestimado.

Saba que tena facilidad con las palabras y el poder de afrontar hechos desagradables, y senta que esto haba creado una especie de mundo privado en el cual yo poda vengarme por mi fracaso en la vida diaria. Slo est siendo enviada a su revista por el momento. Apreciara su consideracin para una posible publicacin de la historia arriba mencionada. Le agradezco por su tiempo, y estar esperando su respuesta. Era una de esas porttiles usadas a menudo en escuelas y bibliotecas. Teddy ni siquiera se dio cuenta de la irona de su accin Angie era de hecho quien se la haba comprado.

Limpi el cabello y la sangre del borde y solt un suspiro de frustracin. Mam seguramente me dejar sin ver televisin, pens, mirando el desastre que haba hecho. Maldita sea. Malditas sean todas. Por qu tena que lastimar a Peg? Por qu? Tristemente, pate el cadver junto a l. Sus ojos fijos lo miraron con vaca fascinacin. Mataste a Peg.

La mirada muerta de su hermana no respondi. Su cara se vea tan sombra. Levant la cabeza de ella por los cabellos y vio que era sangre seca sobre su mejilla lo que creaba la falsa sombra. Vio, tambin, que el agujero en su crneo haba dejado de sangrar; la sangre coagulada haba formado una costra gelatinosa. Mam llegara pronto a casa. Tena que cavar una tumba. Sobre su pecho sin sangre se encontraba un cuchillo de cocina y ella miraba el techo con su eterna expresin con la boca en forma de O.

Se vea como si fuera a gritar. Levant la cabeza de la mueca y mir tristemente la plana superficie de su figura sin aire. Abrazando su cabeza, comenz a llorar cada lgrima contena mil deseos de traerla de vuelta. Estaba feliz de que Angie hubiera muerto mereca cada golpe. Mientras Teddy acariciaba su cabello artificial not la humedad proveniente de su hermana que yaca a varios pies de distancia. Saba que era orina haba odo su vejiga soltarse cuando le dio el ltimo golpe mortal.

La haba golpeado una vez mas por si acaso ella haba matado a Peg. Cuidadosamente, dej la cabeza de Peg descansar sobre la alfombra. Agachndose, bes su mejilla y limpi algo pegajoso de su labio de plstico. Mam le haba dicho antes que no tocara a Peg y que no hiciera lo sucio en su boca, pero no pudo evitarlo.

La amaba demasiado como para slo dejarla ser. Si mam averiguaba que haba hecho lo sucio se llevara a Peg, como antes tendra que encontrarla tambin. Cuando Teddy regres al cuerpo de Angie se detuvo por un momento para maravillarse ante su desnudez.

Estaba fascinado por la maraa de cabello entre sus piernas Peg no tena eso. Cautelosamente toc su muslo, y retir su mano rpidamente como si su carne estuviera al rojo vivo. Aunque no lo estaba. De hecho, estaba comenzando a enfriarse. Haban pasado cuatro horas. Te odio, inform a los ojos del cadver. De nuevo toc su muslo, pero esta vez no retir la mano. Gentilmente, desliz las puntas de sus dedos por su cadera hasta su entrepierna.

Con la otra mano, separ sus rgidas piernas. Entre ellas haba un charco de orina del tamao de un panecillo. Toc sus genitales curiosamente. Era mucho ms suave que Peg, y esperen aunque su cuerpo estaba fro y plido, estaba tibia por dentro. Se estaba excitando con su macabra divinidad sexual. Tena que parar Mam se molestara si l haca lo sucio.

Ella odiaba lo sucio; Pap lo haba averiguado de la manera difcil. Lo nico que le gustaba era coser y ver Family Feud. Ella amaba a ese tal Richard Dawson. Pero ella estaba tan vulnerable, tan quieta. La piel de Peg era dura y cerosa por dentro la haba tenido por diez aos cuando tena dieciocho aos la orden de una revista sucia. Angie solo tena cinco aos entonces, ahora se haba convertido en una hermosa joven.

No la odiaba tanto en realidad pero no debi haber matado a Peg. No era nada nuevo. Pero ella le habra dicho a Mam, Mam no soportara ese tipo de suciedad en su casa. Por eso tuvo que esconder a Peg en primer lugar. Mam era tan chapada a la antigua; tena muchas cosas que esconder de ella. Fue a la cochera, tom una pala y comenz a cavar en el jardn. Deba terminar antes que ella llegara. El suelo era suave, y no tom mas de media hora para hacer la tumba. El tiempo era precioso as que entr y limpio.

Tom una toalla y fue al cuarto de Angie. Tomndola por ambos brazos, la arrastr hacia atrs unos cuantos pies el charco haba humedecido la alfombra, dejando una mancha oscura. La limpi cuidadosamente y tir la toalla dentro del closet. Mientras la arrastraba por la sala, tuvo una idea. Era la mejor idea que jams haba tenido. Si a Mam le gustara lo sucio, estara orgullosa de su idea. Le doli ver el cuerpo gastado de Peg; la herida en su pecho pareca mas grande y dolorosa.

Pero ella era vieja, pens. Tal vez fue mejor que muriera. Teddy arranc el cuchillo y carg el torso plstico de la mueca a travs de la cocina y hasta el jardn. Lo siento, Peg, le dijo a su cara pintada. No la enterrara as nada mas primero quera probar su idea. Si funcionaba, entonces la cubrira. Ya casi no haba tiempo, tendra que apurarse. De regreso en el cuarto de su hermana, se quit los jeans y se arrodill junto al cadver.

El olor de la muerte era picante y nauseabundo, pero la vida era demasiado escalofriante para l. Era mas bien un observador. Pero era demasiado tarde para observar y ella estara perfecta. Podra esconderla. Igual que a Peg. Mientras Teddy montaba a su hermana en un torpe e incestuoso acto de necrofilia, el auto de su madre se estacion en la entrada.

Vio a travs de la sucia ventanilla las putrefactas bolsas de basura apiladas entre las hierbas cerca del prtico. Ese maldito Teddy. Igual a su padre. Con tan slo cuatro embestidas dentro de ella, Teddy termin vergonzosamente, se quedo ah dentro por unos momentos le gustaba el pegajoso agarre de su carne. Estaba apenado, pero le gustaba lo sucio demasiado. Por qu Mam no poda entender sus necesidades? Teddy, no te dije que sacaras la basura?

Aull en cuanto se abri la puerta delantera, chocando contra la pared. Un catlogo de castigos embriag su mente mientras cruzaba la sala. Teddy se petrific. Cmo iba a explicar esto a su madre? Tendra que esconder a Angie; si mam vea lo queTeddy. Mientras Mam entraba al saln, el la mir desde su desgraciada posicin.

Ella se par junto a l, antigua y poderosa desde este ngulo. Su bastn apareca ante l como un tronco. El miedo congelado de Teddy se derriti y de un salto cubri sus partes intimas, escondindolas de Mam.

Teddy, acaso no te dije que sacaras la basura? Oh, olvdalo. Pic el cuerpo de Angie con su bastn por simple curiosidad. Ponte los calzoncillos. Mam, no fue mi culpa, ella mat- cerr su boca rpidamente -Mam no poda saber sobre Peg. Ella odiaba a Peg. Est muerta, verdad? Mam, yo no quera matarla. Eso era mentira. Estabas vindola de nuevo, dijo Mam. No Mam. Yo nunca la vi. Juro que no. Ella me deca No, Mam.

Esa perra, haba hablado. Dese poder matarla de nuevo; sufri demasiado poco. Te dije que no hicieras lo sucio. Y ahora te atrapo hacindolo con tu hermana. Qu puedo hacer con un muchacho tan irrespetuoso? Su retrica lo asust. Que tal si se llevaba la televisin?

Qu tal si lo haca tomar esas pldoras de nuevo como las llamaba? Aunque poda arreglar eso. Era bueno escondindolas bajo su lengua para tirarlas despus por la ventana. Aunque Teddy era mas alto que Mam, ella lo abrumaba con su presencia.

Ella camin hacia Angie y levant su bastn. Era varicosa en su elegancia. Los chicos malos deben ser castigados. As es como se mantiene una familia unida. Acertadamente, y con sorprendente fuerza, le golpe la cabeza hasta que se colapso, lacio y denigrado sobre la alfombra. Sobre su entrepierna desnuda sinti la fra seguridad del cuerpo de Peg, y bajo l la tierra firme.

Maldita Mam y su costura. Toc sus prpados y saba que encontrara las pequeas costuras bloqueando su visin. Teddy, grit ella desde arriba. Has sido un mal chico. Aunque ya nunca ms volvers a ver a Angie, ya me encargu de eso. Eres igual que tu padre. Tambin tuve que darle una leccin.

Oy un raspn sobre la tierra e implor perdn. Mam, por favor, yo no quera ver. Lo siento. Por favor, Mam - Un palada de tierra aterriz sobre su rostro, cubriendo su nariz y boca; sus brazos estaban demasiado apretados dentro de la tumba para protestar. Debo mantener unida a la familia. Mam continu llenando la tumba mientras Teddy luchaba por liberarse; quera escupir pero su boca llena de tierra le prohiba tal accin.

Arriba, Mam balbuceaba sobre disciplina y el castigo de Teddy termin en ahogamiento mientras sus ojos dejaban escapar lgrimas de sangre.

Me gusta la idea, pero prefiero algo mas complicado. Sin embargo, escribes muy bien y muy convincentemente, y estoy ansioso por que nos mandes algo mas. Pero, Brian, primero te invito a familiarizarte con el tipo nico de ficcin que nosotros publicamos comprando una suscripcin a NT. Puedo enviarte los siguientes cuatro nmeros por slo 12 dlares en tu primer ao y diecisis cada ao adicional.

Si en realidad piensas vender tu trabajo a NT el pago es de dos centavos y medio por palabra- entonces conocer la revista es la clave para una venta rpida. Querido John Glazer Muchas gracias por su alentadora respuesta. Incluido va un cheque por cuatro nmeros de NT.

Estoy ansioso por recibir mis primeras copias. Mientras tanto, le mando tres nuevos poemas que escrib, Piece de Resistance, Vitral y Hotel Alucingeno. Espero que los encuentre mas de su gusto. Gracias por considerar estos envos, y estoy esperando recibir mi. Suplicar Congregar El mundo se ve mejor a travs de un vitral Enciende una Prende fuego al mundo Falsedades Falsedades Hechos vela por los pecadores. No lo har. Entonces, Mas La lata Sollozos.

Tengo miedo, miedo de Latas, estos rebeldes Mientras una se acerca la que llora como un Supongo que mi miedo Crece, construyendo un Alrededor de mi cama, tratando de Todo lo que est del otro Pero sin El llorn escala despreocupadamente por lo Cre que era un gran No muy diferente del que est en Berln.

Sus El Como Y afligidas. Cuando Me Mi Entro Y Saco Y Oigo salgo cabello me una mientras un a dirijo lata comienzo de desorden de la al de a mi rizos sueo levanto, dorados.

Querido John Glazer, Recib por correo mi primer nmero de Night Terrors hace dos semanas, y ya he ledo el ejemplar completo. Lo disfrut, particularmente la historia de Clive Barker. No he odo de usted, y me pregunto si ha recibido los poemas que iban incluidos con mi suscripcin.

Ahora estoy mucho ms ansioso que antes por ser publicado en Night Terrors Magazine. Siento que es el lugar perfecto para mi trabajo. Por favor responda pronto y hgame saber su recibi mi envo anterior, o si le gustara que lo enviara de nuevo. Sinceramente, Brian Warner. Que bueno or de ti. Gracias por tus palabras sobre NT; s, le tus poemas, y los disfrut, pero no cre que fueran adecuados para NT. Lo siento; deb haber olvidado responder. Pero por favor manda algo ms pronto, realmente estoy disfrutando tu trabajo.

Cuando tienes amigos, formas una banda. Cuando ests solo, escribes. As fue como pas mis primeros meses en Fort Lauderdale. Mientras mi padre trabajaba en Levitz Furniture, supuestamente una gran oportunidad para l, yo me sentaba solo en casa y traa mis ms locas fantasas a la vida en poemas, historias y novelas.

Cada maana corra a la puerta en cuanto oa al cartero. Pero lo nico que traa en su bolsa era desilusin: ya fuera nada o una carta de rechazo. Slo una historia, Moon on the Water, acerca de un escritor alcohlico con un gato llamado Jimi Hendrix y pozo que tragaba a todos los que l amaba, fue publicada en un pequeo peridico llamado The Writers Block. La desilusin me segua como una bola con cadena durante ese primer ao en Florida.

Mientras ms trabajaba, menos daba resultado. Llevaba una vida pattica: viviendo con mis padres y asistiendo al Broward Community College, donde estudiaba periodismo y teatro porque era lo nico que me interesaba. Para ganar algo de dinero extra, me convert en gerente nocturno de un Specs, una tienda de discos donde pronto encontr la oportunidad de revertir el tipo de conducta que me haba metido en problemas en la escuela cristiana. Haba dos chicas lindas que trabajaban en la tienda.

La que me encontraba agradable, por supuesto, tomaba fuertes medicamentos y estaba obsesionada con matarse. La que me gustaba a m era Eden, llamada as por el jardn de las delicias terrenales, pero ella se rehusaba a compartir ninguna de esas delicias terrenales conmigo. En un inexperto intento por ser cool, hice un trato con ellas: ellas podan fumar marihuana en la parte trasera de la tienda si aceptaban robar cassetes para m.

Como haba un guardia de seguridad que revisaba nuestras bolsas siempre que salamos de la tienda, les compr a las chicas unos recipientes para bebidas en Sbarros y les dije que llenaran los contenedores con tantas cintas de The Cramps, The Cure, Skinny Puppy y as por el estilo como cupieran en ellos. La semana que. Mi primer artculo en el peridico de mi escuela fue una resea de ese concierto, titulado Janes Addiction Returns to Shock Crowd at Woodys.

Poco saba yo que haba una palabra en ese encabezado que sera usado miles de veces para describir mi msica, y no era woody. An ms impredecible era el hecho de que muchos aos despus estara en un cuarto de hotel en Los Angeles tratando de evitar que el guitarrista de Janes Addiction, Dave Navarro, me diera sexo oral mientras aspirbamos drogas juntos.

Si la memoria no me falla, Dave termin en el cuarto de mi bajista, Twiggy Ramrez, que haba ordenado dos caras prostitutas y estaba ocupado cogindolas al ritmo de Eliminator de ZZ Top. De lo que ms me arrepent cuando fui despedido por holgazanear en el trabajo nunca me atraparon robando fue que nunca saldra con Eden. Photographically, Marilyn was at her most electrifying at public events.

She was as spectacular in the posed candids of press photographers as in studio portraits or on the movie screen. She made any news photo a work of art simply by being in it, and more than any other star lived up to the promise of her screen image.

One of the most publicized actresses of her time, Marilyn actively sought out the press—which included the famous journalists and columnists Walter Winchell, Edward R. It was a mutually beneficial relationship that lasted her entire career. In Marilyn: In The Flash , acclaimed photographic preservationist David Wills brings together an unprecedented trove highlighting the work of some of the great press photographers and photojournalists of the twentieth century.

This stunning collection includes many unpublished images most beautifully restored from original prints, negatives, or transparencies , vintage magazine articles, original press clippings and press photo captions, behind-the-scenes notes, and photographic ephemera chronicling the media's lifelong love affair with Marilyn. Featuring a foreword by Marilyn's friend and costar Robert J.

Wagner, original interviews and recollections, retrospective quotes from key journalists, columnists, press agents, photographers, and others, this portfolio of images offers a fresh, indelible portrait of one of the most enduring icons in history and illuminates the special alliance she shared with the press as never before.

Wills has produced a series of photography exhibitions based on images from his archive. He is also the co-author of Veruschka.



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